Biodiversidad desconocida


Biólogos marinos nos dicen que antes de intentar descubrir los secretos del universo había que descifrar los que esconde la profundidad del océano.

Todos los años encontramos con una rica biodiversidad que no conocíamos y que ha sido descubierta en medio de una especie de paraíso sin catalogar. Para eso, la zona del Pacífico es única, sobre todo la isla de Java en Indonesia (Asia),  son  un auténtico paraíso para los biólogos.

La mayoría de esas especies que se descubren son marinas (aunque también se siguen descubriendo reptiles y algún que otro mamífero) y, por lo general invertebrados. 

La catalogación no para y mientras unos grupos descubren nuevos anfibios en Colombia, otros encuentran auténticas colonias de “indocumentados” en los arrecifes de coral australianos. Y estos sólo son ejemplos:


A las islas del Pacífico y a los arrecifes de coral se le suma un tercer actor que empieza a entrar en escena y que en los próximos años puede traer más que una sorpresa: La Antártida. El gran continente helado merma a pasos agigantados y empieza a mostrar una cara bien distinta. Y, con ello, también comienza a aparecer una serie de especies nativas que no se conocían.

El tiburón prehistórico que encontraron en el año 2007 en Japón es un caso especial dentro de esta categoría por lo inusual y lo curioso que es desde el punto de vista de la evolución. Un pescador lo encontró cerca de la superficie, lejos de las profundidades que parece que es su hábitat natural. Seguramente enfermo y desorientado murió días después de ser llevado a un oceanográfico cercano para ser estudiado.

Al parecer, con lo poco que se pudo estudiar de él, es una especie de escualo sin evolucionar que vive a miles de pies de profundidad y que ha sobrevivido al paso de los siglos con una morfología realmente extraordinaria: un aspecto más parecido al de una gran morena, branquias, una potente dentadura y una larga cola. La especie había sido capturada muerta en algunas ocasiones por barcos industriales que operan en las costas japonesas, pero hasta ese momento no se le había visto con vida.