Según científicos, el consumo de alimentos
genéticamente modificados hará a la gente infértil. Científicos rusos descubrieron que las semillas
transgénicas de soja y maíz hacen a las mujeres estériles, al detectar este
fenómeno en la tercera generación de animales alimentados con ellas.
La investigación conjunta de los científicos de Asociación Nacional Rusa de la Seguridad de
los Genes y del Instituto de
Problemas de la Ecología y la Evolución ha descubierto que los hámsteres
alimentados con soja transgénica NO han podido reproducirse después de tres
generaciones.
Transgénicos, mal transnacional
“Hemos trabajado con cuatro grupos de hámsteres: uno
alimentado sin soja, otro con soja no transgénica, un tercero con soja
transgénica y un cuarto con cantidades mayores de soja transgénica”, explicó el
biólogo Alexéi Súrov.
Luego de alimentar a los hámsteres durante dos años,
en la tercera generación se constataron los resultados devastadores en aquellos
que comían solo soja transgénica y en particular en aquellos con dietas más
altas de la misma. También se constató un crecimiento más lento y una alta tasa
de mortalidad entre sus crías.
En otro estudio
similar realizado en Rusia, los investigadores encontraron un crecimiento
retardado en animales, alta mortalidad entre las crías, e incluso crecimiento
del pelo dentro de la boca de los hámsteres.
Científicos de Francia, Austria, EE.UU.
e India también han experimentado con
ratones, cerdos y vacas e igualmente CONFIRMAN EL PELIGRO POTENCIAL O REAL DE LOS PRODUCTOS
TRANSGÉNICOS PARA LA SALUD HUMANA, ANIMALES, PLANTAS Y SOBRE TODO EL MEDIO
AMBIENTE.
“Experimentos frankenstenianos”
Las empresas transnacionales de la industria de los
transgénicos Monsanto,
Dow Agroscience, Pioneer,
Syngenta,
entre otras, promueven el consumo de alimentos genéticamente modificados e ignoran constantemente las investigaciones
y expertos que se oponen a la liberación de organismos genéticamente
modificados (OGM).
Los expertos en ese tema afirman que cosechar cada vez
más semillas modificadas genéticamente (MG) sin saber cómo afectan a la salud
es el único objetivo de las compañías del sector.
“La codicia de un grupo de poder mundial nos está llevando
a un caos sanitario”, afirma el profesor de biotecnología
Alejandro Romero.
Los expertos han llamado a estos experimentos con maíz
transgénico u otros productos genéticamente modificados “semillas de Frankenstein”, mientras que aquellos que son de consumo
humano o de animales los consideran “experimentos
frankenstenianos”.
“Millones mueren anualmente sin saber que es debido a
los agrotóxicos, las
semillas
modificadas o los alimentos producidos a base de semillas genéticamente
modificadas impregnadas de venenos que o te matan o te esterilizan”, afirmó
Romero.
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