¿Alimentos manipulados genéticamente? NO, GRACIAS.


Los alimentos manipulados genéticamente están llegando a nuestras cocinas y nuestros estómagos sin etiquetado distintivo, contra la voluntad de la mayoría de la población (expresada en numerosos sondeos y encuestas) y sin que hayamos podido pronunciarnos democráticamente al respecto.

Pese a la propaganda interesada de las empresas multinacionales del sector, hay numerosos problemas de seguridad no resueltos: se cree que los riesgos para la salud humana, el sistema alimentario, la conservación de los ecosistemas y la justicia social son hoy por hoy inaceptables. La comercialización de alimentos transgénicos en el actual contexto económico y social es un acto irresponsable que convierte a los consumidores en cobayas humanos, y a nuestra insustituible biosfera en un laboratorio de alto riesgo, pues se desconocen los efectos, especialmente a largo plazo, de los organismos modificados genéticamente (OMG) y, bajo la presión de fuertes intereses comerciales, no nos estamos dando el tiempo ni los medios para estudiar adecuadamente aspectos esenciales de bioseguridad.

El mercado de transgénicos está muy monopolizado. Monsanto controla el 80% de la producción mundial de plantas modificadas, el resto del mercado recae sobre 4 empresas solamente. Todas las semillas están patentadas y en muchos casos el agricultor firma un contrato que le obliga a utilizar solamente productos de la empresa que le facilita las semillas (Monsanto a parte de semillas, produce plaguicidas, herbicidas, fertilizantes...) creando un monopolio en espiral que provoca que progresivamente vayan desplazando a la competencia del mercado. Éste es un problema muy serio, la seguridad alimentaria del planeta queda en manos de una empresa privada, empresa,  de dudosa reputación. Estas grandes multinacionales no atienden a las necesidades sociales. Monsanto evita servir en su propia cafetería los alimentos que produce




Monsanto otra vez seleccionada como la peor compañía

El comunicado "Frankenfoods Madness" (Locura de alimentos Frankenstein) anuncia que la gigante de biotecnología Monsanto, fue una vez más seleccionada como la peor corporación en el planeta Tierra, obteniendo este "galardón" para el año 2011 por la Natural Society.

Los crimines de Monsanto en el 2011 incluyen:
  • Envenenamiento de personas con un herbicida más peligroso que el DDT.
  • La creación de súper malezas e insectos asesinos que reducen la productividad de campos y los cultivos.
  • La introducción de un mortal y nuevo new micro-monstruo en el medioambiente, que contaminó como una plaga las plantas provocando nuevas enfermedades y asesinando animales (incluyendo a los seres humanos), y causando infertilidad.

La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) se encuentra actualmente realizando un "Registro de revisión" (Registration Review) sobre el glifosato, un químico de Monsanto utilizado en su herbicida "RoundUp", que incluye semillas "RoundUp Ready" genéticamente modificadas listas para tolerar el veneno. La EPA estuvo recolectando datos durante el verano del 2011 (EE.UU.) pero no tomará una decisión antes del 2015.



Cómo se puede actuar contra de los organismos modificados genéticamente (OMG), transgénicos


1. Leer la guía roja y verde de Alimentos Transgénico.  Esta guía nos ayudara a identificar los productos transgénicos y sus marcas, para  no consumirlos, sabiendo lo que comemos. Será útil en futuras  compras.

Trata de una Guía en la que aparecen dos listas de marcas, productos y fabricantes, situados en Rojo o en Verde en función de su política en materia de transgénicos.
  • La lista verde incluye a aquellos productos de los cuales Greenpeace tiene constancia de que los fabricantes han garantizado que no utilizan transgénicos.
  • Por el contrario la lista roja incluye tres tipos de productos. Aquellos cuyos fabricantes no garantizan a Greenpeace ausencia de transgénicos o sus derivados, los productos para los cuales Greenpeace ha encontrado transgénicos en sus laboratorios y por último aquellos en cuya etiqueta figura que contienen transgénicos o derivados. Además hay una sección especial dedicada a las “Marcas propias”…o sea, LO PEOR DE LO PEOR.

2. No compres transgénicos. Para garantizar una cadena alimentaria libre de transgénicos y de sus derivados, debemos rechazar su empleo por parte de la industria. Compra productos de la lista verde. Se recomienda no consumir los productos del listado rojo.

3. Devuelve los productos transgénicos. Si compras sin darte cuenta un producto cuya etiqueta indica que contiene transgénicos (GM, OMG, OGM), pide al comerciante que te lo cambie o que te devuelva el dinero.
4. Deja en el Buzón de sugerencias de tu supermercado, la tuya, como consumidor tienes derecho de ser informado que tipo de productos compras, y entre lo que no queremos son los transgénicos, Organismos Modificados Genéticamente. OMG).

Buzón de sugerencias. Querido supermercado: no queremos alimentos transgénicos (OMG). Queremos saber qué estamos comiendo. No sólo buscamos lo más barato. Queremos comer sano porque nos jugamos la salud. Gracias


5. Hazte observador de transgénicos. En la página web de Greenpeace, encontrarás las explicaciones, es tan sencillo como mirar las etiquetas de los productos que te encuentres en el mercado y verificar si alguno de los ingredientes es transgénico (OMG). Si encontramos alguno, sólo hay que anotar los datos del producto (marca, fabricante, distribuidor, ingredientes modificados genéticamente), los datos del lugar dónde se ha encontrado (nombre de la tienda, localidad, fecha) y si es posible, sacar una foto y posteriormente, informar a Greenpeace. Enviar un correo electrónico con todos los datos y la foto a informacion@greenpeace.es (Anotando PRODUCTO TRANSGÉNICO en el asunto).

RECUERDA: ‘Almidón modificado’ hace referencia a una transformación físico-química sin relación con los transgénicos.


6. Comprar productos locales y de temporada. Apostando por frutas y hortalizas de temporada, contribuiremos a reducir el transporte, fomentaremos la agricultura local y por lo tanto la soberanía alimentaria.

7. Evitar en lo posible los productos elaborados y precocinados. Suelen contener un sinfín de ingredientes, aditivos, emulgentes, glucosas, etc, que proceden del maíz o de la soja, con alta probabilidad de contener transgénicos.

8. Compra productos ecológicos. Estos productos son más caros que los convencionales, pero vale la pena consumirlos siempre que se pueda, sobre todo ciertos productos concretamente, la sal, harina y la azúcar de debería consumir siempre ecológica e integral, por nuestra propia salud. En la agricultura y la ganadería ecológicas no está permitido el uso de transgénicos ni sus derivados. Por lo tanto todos los productos que lleven un sello que certifique su producción ecológica no llevan transgénicos. 


9. Fomenta las zonas libres de transgénicos. Aunque la política a nivel Europeo y Español va muy lenta, ya han surgido numerosas iniciativas para regular o incluso prohibir el uso de transgénicos. De hecho, en España, se han declarado diferentes zonas libres de transgénicos. Cabe destacar, que hay Comunidades Autónomas que han prohibido ya su cultivo, cómo es el caso de Asturias, País Vasco, Islas Baleares y Galicia.
  • Asturias: Resolución de la Junta General 21/06, de 20 de mayo de 2004, adoptada por el Pleno, sobre cultivos modificados genéticamente en Asturias.
  • País Vasco: Acuerdo para no utilizar en la agricultura organismos modificados genéticamente adoptado en Junta de Gobierno del 20 de febrero de 2007
  • Islas Baleares: Proposición no de ley aprobada por el Parlamento de Baleares para declarar las Islas "territorio libre de cultivos transgénicos".
  • Islas Canarias: Acuerdo del Consejo de Gobierno de Canarias de 25 de marzo de 2008 para declarar Canarias como zona libre de cultivos transgénicos.
 

No son una excepción, a nivel Europeo hay muchas zonas declaradas libres de transgénicos, debido al debate social y ambiental que conllevan. De hecho, hay países enteros, cómo Francia, Alemania, Italia, Suiza, Hungría, Polonia, Grecia o Austria, que han prohibido el uso de transgénicos en sus fronteras

Hay una tendencia clara a que los diferentes gobiernos se muestren cada vez más escépticos en el uso de organismos modificados genéticamente, ya que a medida que se van descubriendo los posibles efectos ecológicos y sanitarios, se pone más en duda que sean una solución alimentaria fiable para el futuro.

10. Recogida de firmas. ¿Alimentos manipulados genéticamente?. No, gracias

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