El dolor y sobre todo el dolor crónico y, más aún, el dolor de intensidad de moderado a severo, exige un tratamiento personalizado que solo puede diseñar el médico. En ninguna situación se recomienda la automedicación en este tipo de dolores.
La información que se proporciona tiene el objetivo de que el paciente tenga un conocimiento de los diferentes tipos de terapia y pueda entender mejor las pautas y tratamientos que le asigne su médico. Dependiendo del tipo de dolor no solo se prescriben medicamentos, analgésicos o medicinas complementarias, también se prescriben medidas de rehabilitación física o psicológica, terapias complementarias como la acupuntura, quirúrgicas, etc.
Normalmente es el médico de atención primaria, médico de familia o médico general, el primero que reconoce, diagnostica y pone un tratamiento al paciente con dolor. Según la localización y la intensidad del dolor puede ser necesaria la visita a un especialista, reumatólogo, traumatólogo, rehabilitador. Si el dolor se desarrolla dentro de una patología de cáncer, lo va a tratar en primera instancia el oncólogo e incluso el especialista en oncología radioterapia.
Los dolores complejos, que no ceden a diferentes tipos de terapias, deben ser derivados al Especialista en Dolor, especialidad que centra su trabajo en hospitales y en Unidades de Dolor.
El Especialista en Dolor tiene los conocimientos y las herramientas de diagnóstico, tratamiento y quirúrgicas para abordar con éxito cualquier tipo de dolor. Las Unidades de Dolor bien organizadas deben ser multidisciplinares, es decir, con diferentes tipos de especialistas que permiten un estudio integral del paciente con dolor.
¿Qué es un analgésico?
Una definición sencilla es la de un medicamento que calma o elimina el dolor. Hay diferentes tipos de analgésicos:
- Aminas: Prácticamente el único representante es el Paracetamol, conocido por acetaminofén.
- Antiinflamatorios no esteroideos: El más conocido es el ácido acetil salicílico (aspirina) AINE.
- Opioides Débiles: Su principal compuesto es el tramadol.
- Opioides Fuertes: El máximo representante es la morfina.
- Coadyuvantes (Colaboradores): No son propiamente analgésicos pero se utilizan conjuntamente con analgésicos para determinados tipos de dolor complejos, hablamos de corticoides, antidepresivos y anticonvulsivantes.
Escalera Analgésica
La Escalera Analgésica es un esquema de tratamiento de analgésicos según la intensidad del dolor que publicó a nivel internacional la OMS. Organización Mundial de la Salud en el año 1986.
Estas recomendaciones estaban orientadas al dolor de tipo oncológico que puede evolucionar desde un nivel leve-moderado a un nivel moderado-intenso y que, por lo tanto, requiere analgésicos progresivamente más potentes. Este esquema sencillo ha sido de mucha utilidad a lo largo de los años, pero ha ido perdiendo vigencia, por la aparición de nuevos analgésicos, porque no incluye otro tipo de terapias no farmacológicas, porque no incluye terapias quirúrgicas utilizadas para dolores muy intensos y, además porque este esquema no sirve para algunos tipos de dolor muy comunes y complejos como el dolor neuropático.
Dolor neuropático. El dolor neuropático es una enfermedad del sistema nervioso que como característica produce dolor que varía de intensidad y puede ser desde leve hasta severo. El dolor neuropático generalmente aparece como una sensación de hormigueo o quemazón. También puede ser punzante y de gran intensidad. En otras ocasiones puede producir una sensación de cosquilleo, dolor sin motivo o sensaciones que parecen ser más intensas que las normales. El dolor grave puede ser incapacitante y no cede con los analgésicos antiinflamatorios tradicionales.
En la actualidad domina la terapia personalizada, ajustada al tipo de dolor, localización, intensidad, duración; utilizando en cada momento el analgésico más adecuado o la terapia complementaria. Se va imponiendo el esquema del “ascensor” en lugar de la escalera, si el dolor aumenta de intensidad, el especialista puede pasar a un tratamiento con un opioide fuerte sin necesidad de pasar por etapas intermedias.
Analgésicos opioides
Los analgésicos opioides reciben su denominación porque los primeros compuestos, la morfina y la codeína, son derivados del opio, aunque todos los demás se obtienen a partir de la síntesis química.
Se clasifican en dos grupos:
Los opioides débiles: Tramadol y codeína incluidos en un segundo escalón de tratamiento para dolores moderados, aunque a dosis altas se prescriben también para dolores severos.
El tramadol es un opioide atípico ya que tiene un mecanismo de acción multimodal, actúa como opioide a nivel central y también a nivel periférico, por lo que es útil para diferentes tipos de dolores, especialmente para el dolor de tipo neuropático. El dolor neuropático es una enfermedad del sistema nervioso que como característica produce dolor que varía de intensidad y puede ser desde leve hasta severo.
Entre los opioides fuertes: Morfina, buprenorfina, oxicodona, fentanilo, metadona, hidromorfona.
Todos estos opioides tienen diferentes perfiles de potencia analgésica y de efectos secundarios, por lo que se prescriben de forma personalizada por el especialista. Hay diferentes formas de administración, comprimidos, gotas, inyectable y en forma de parche de liberación gradual que permite un cambio de parche cada 3 ó 4 días.
Los efectos secundarios más comunes de los opiodes son las náuseas, vómitos, mareos, algunos problemas intestinales como el estreñimiento y depresión respiratoria relacionada casi siempre con dosis demasiado altas o pacientes hipersensibles. También suele haber miedos relacionados con el abuso y la dependencia.
Los opioides, prescritos adecuadamente por el especialista, son unos excelentes analgésicos; los efectos secundarios pueden ser perfectamente controlados y evitados graduando las dosis de forma escalonada o asociando otros medicamentos. Los opioides pueden ser combinados con otros medicamentos para lograr el efecto deseado y reducir el riesgo de efectos secundarios, favoreciendo un efecto de sinergia (asociación).
En los países del sur de Europa y en Latinoamérica hay una utilización muy baja de los opioides, por su relación con la drogadicción y por una equivocada relación con el dolor terminal que le llega de la morfina. Hay una corriente internacional para favorecer el uso adecuado de los opioides, incluso para dolores moderados, ya que el balance riesgo-beneficio es muy favorable.
Co-analgésicos
El dolor y especialmente el dolor crónico, requiere a veces un tratamiento con varios medicamentos al mismo tiempo con el objetivo de potenciar la eficacia de los analgésicos y tratar algunos otros síntomas que pueden agravar el dolor. Estos medicamentos se utilizan también para otras patologías diferentes del dolor.
Los principales co-analgésicos son:
- Antidepresivos y ansiolíticos: Se recetan junto con analgésicos para mejorar algunos estados depresivos o de ansiedad que pueden acompañar al dolor crónico intenso; también se prescriben para el dolor de tipo neuropático. Los más conocidos son la amitriptilina como antidepresivo y el diazepán como ansiolítico.
- Anticonvulsivantes: Se desarrollaron inicialmente para problemas cerebrales, en la actualidad se prescriben habitualmente para dolores de tipo neuropático; las sustancias más conocidas son la gabapentina y la pregabalina.
- Neurolépticos: Estos productos se desarrollaron para problemas de tipo psiquiátrico, se utilizan para potenciar la acción analgésica; El más conocido es el haloperidol.
- Corticoides: Son unos antiinflamatorios potentes y, por lo tanto, actúan reduciendo el dolor cuando tiene un origen fundamentalmente inflamatorio.
- Terapia tópica: Recientemente se está utilizando con éxito la aplicación de parches de lidocaina en el dolor localizado de origen neuropático, como terapia complementaria o, incluso, como terapia única.
Antiinflamatorios
Existe un grupo amplio de productos farmacéuticos conocidos como AINES (antiinflamatorios no esteroideos) que se han venido utilizando, no siempre correctamente, como analgésicos ya que solo actúan contra el dolor cuando tienen un componente inflamatorio, lo que no siempre es así.
Los AINE tienen efectos secundarios de tipo gastrointestinal, con riesgo de gastritis y posibles hemorragias gástricas. Los beneficios del tratamiento y el riesgo deben ser sopesados en especial cuando se tratan pacientes ancianos o con antecedentes de problemas gastrointestinales. Con frecuencia y para evitar estos problemas, el médico lo receta conjuntamente con medicamentos como omeprazol u otros protectores gástricos.
Los últimos productos de esta familia conocidos como inhibidores de Cox 2 se presentaron con la expectativa de la misma eficacia pero sin los efectos secundarios mencionados; la práctica clínica ha revelado la aparición de efectos de tipo cardiovascular. Por esto, no son aconsejables para el tratamiento a largo plazo del dolor crónico.
Paracetamol
También llamado acetaminofen es un analgésico muy utilizado que añade también un efecto antipirético (desciende la fiebre). Es eficaz en dolor leve a moderado y tanto para el dolor agudo como crónico. Carece de efectos anti-inflamatorios, pero generalmente es bien tolerado en dosis terapéuticas.
No tiene problemas gástricos, pero puede tener efectos crónicos adversos de tipo renal o hepática. La dosis máxima es de 4 gramos al día. Se prescribe también en combinación con otros analgésicos para conseguir un efecto de sinergia (asociación) y reducir el nivel de efectos secundarios. Existen diferentes formulaciones de paracetamol que se pueden comprar directamente en la farmacia sin necesidad de receta.
Terapias sin medicamentos
En el control del dolor crónico se utilizan otras terapias o técnicas no farmacológicas, casi siempre de forma complementaria a los tratamientos con medicamentos.
Vamos a hacer una breve descripción de estas opciones:
- Fisioterapia: Se utilizan diferentes métodos como el masaje, ejercicios para mejorar la funcionalidad, tratamiento con frio (crioterapia), tratamiento con calor (termoterapia), etc.
- Acupuntura: Método basado en la medicina tradicional china, con experiencias de éxito en el tratamiento del dolor; el procedimiento consiste en insertar unas finas agujas en la piel, en los puntos llamados puntos de acupuntura. La base científica es que la estimulación de estos puntos provoca la segregación de unas substancias, analgésicos fisiológicos, llamados endorfinas.
- Psicoterapia: El componente subjetivo y psicológico del dolor es la base en la que se asientan algunos métodos como técnicas de relajación, hipnosis, terapia conductal y la propia psicoterapia. Todo esto como métodos complementarios a las terapias con fármacos.
Otras terapias
Algunas terapias especiales que se aplican cuando los analgésicos junto con fisioterapia y otras medidas no dan el resultado esperado. Estas otras técnicas deben ser aplicadas por especialistas en dolor en las Unidades de Dolor y, normalmente, en el ámbito hospitalario.
- Neuroestimulación: Consiste en estimular la médula espinal o los nervios periféricos con impulsos eléctricos mediante un dispositivo que funciona con una pila implantada. Estos impulsos eléctricos bloquean la sensación de dolor. Pueden aplicarse a nivel de la piel en el lugar del dolor o implantado bajo la piel en la región del abdomen. A estos dispositivos también se les llaman marcapasos del dolor.
- Bloqueos nerviosos: Consiste en la aplicación de un medicamento, habitualmente un anestésico local, un analgésico opioide o corticoides mediante una inyección en el nervio del lugar del dolor. En algunos casos esta técnica tiene un excelente resultado y elimina o reduce el dolor durante bastante tiempo; en algunos casos puede ser necesaria más de una inyección.
- Fármacos vía intratecal: En este caso el fármaco analgésico se administra directamente al espacio que rodea la médula espinal (espacio intratecal) mediante una bomba que se programa para que vaya liberando el fármaco con la dosis y la frecuencia adecuada. El fármaco fluye mediante un catéter desde la bomba hasta el lugar adecuado.
El dolor es la primera causa de consulta médica, por delante de la diabetes, los problemas cardiovasculares y el cáncer. El dolor, sobre todo el dolor crónico no controlado, puede suponer una pérdida de la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares: interfiere con frecuencia en la actividad diaria, en el trabajo, en el sueño, en las relaciones sociales y sexuales.
El dolor es una experiencia sensorial (objetiva) y emocional (subjetiva), generalmente desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso. Es una experiencia asociada a una lesión tisular. La ciencia que estudia el dolor se llama Algología.
La algología es un término no registrado por el Diccionario de la lengua española pero encuentra su etimología en el griego, algos, ‘dolor’. En muchos países de habla hispana se usa para denominar la rama de la medicina que estudia el dolor y su tratamiento científico.
El médico especialista de esta área de la medicina se le conoce como Algólogo, que a su vez tiene también la especialidad de anestesiología y que complementa sus conocimientos para tratar todo tipo de dolor crónico no controlado por medios comunes y se extiende a otras especialidades con problema de dolor: ortopedia, neurología, endodoncia, medicina interna, oncología, lumbalgia, hernia discal, neuropatía diabética, herpes zoster, artritis reumatoide, dolor derivado del cáncer y otras algopatías.
El tratamiento se da tanto por medios farmacológicos (entre los que se hallan los analgésicos opioides y no opioides, antidepresivos y los anticonvulsionantes), como no farmacológicos (como el ejercicio físico, la aplicación de frío y calor, la imantología, la acupuntura, la homeopatía y otros).
Además de estos, existen procedimientos de mínima invasión que se realizan en quirófano, bajo fluroscopia. Implica punciones profundas de alta precisión anatómica, para depositar diversos fármacos (líticos, fenol, alcóhol absoluto etc). Históricamente, el estudio del dolor fue iniciado por los médicos anestesiólogos.
Cómo se mide el dolor. (NRS) Escala numérica
El dolor tiene un componente físico, pero también tiene un componente subjetivo que está influenciado por la forma en la que cada persona percibe su dolor, con las experiencias personales, con el nivel de umbral del dolor, etc.
En la actualidad no existe ningún procedimiento absolutamente objetivo para medir la intensidad del dolor como se mide la tensión arterial, la fiebre o la frecuencia cardíaca. Sin embargo, existen algunas reglas muy sencillas para que el médico y el paciente pueda valorar la intensidad del dolor y de esta forma poder seguir la eficacia del tratamiento con un analgésico.
Estas reglas que se utilizan en la consulta tienen diferentes formas y nombres pero todas ellas siguen el mismo sistema básico: cuantificar la intensidad del dolor del 0 (ausencia total de dolor) al 10 (un dolor absolutamente insoportable); de acuerdo con esta escala numérica, un dolor leve se valoraría entre 1 y 3, un dolor moderado entre 4 y 6 y un dolor intenso por encima del 7.
Puede facilitar a su médico incluyendo el Diario del Dolor la valoración y evolución de su dolor a lo largo del día; esto le va a permitir llegar a un diagnóstico inicial en la primera visita y a evaluar el resultado del tratamiento analgésico en sucesivas visitas.
Diario del Dolor
El Diario del Dolor que se proporciona es un elemento importante para hablar con su médico de su dolor y para usted mismo, ya que le ayuda a conocer mejor cómo evoluciona su dolor, el nivel de eficacia de los medicamentos que le han recetado, si tienen o no algunos efectos secundarios, si duerme bien, si tiene ánimo deprimido. Etc.
Le recomendamos que imprima algunos ejemplares del Diario del Dolor y los rellene siguiendo el ejemplo. No es necesario que complete uno de estos formatos cada día durante todos los días; puede ser suficiente que rellene el formato los días que experimenta cambios importantes en cómo siente su dolor crónico, si aumenta o disminuye la intensidad, si tiene algún pico de dolor, algún efecto secundario, todo lo que afecte su calidad de vida.
A la hora de registrar la intensidad del dolor use la regla adjunta, de 1 a 3 dolores leves, 4 al 6 dolor moderado y desde el 7 en adelante dolor intenso.
No olvide llevar a la consulta toda la información necesaria para que su médico pueda hacer un buen diagnóstico y seguimiento del dolor. No tenga ningún reparo en hacer a su médico todas las preguntas para tener la información que necesita para orientar bien su tratamiento y controlar mejor su dolor.
En la actualidad existen soluciones médicas para disminuir, controlar o eliminar su dolor crónico; su médico está preparado para facilitarle la mejor alternativa terapéutica.
Dolor agudo
Dolor agudo: es un dolor de corta duración; aparece como síntoma de una lesión, enfermedad o como consecuencia de una intervención quirúrgica. Normalmente desaparece con la curación. Puede ser tratado con éxito con diferentes tipos de analgésicos, según intensidad y localización.
Cuando el dolor agudo se mantiene durante semanas o meses con diferentes niveles de intensidad, se transforma en dolor crónico, mucho más difícil de erradicar y que llega a transformarse en una enfermedad por sí mismo, independientemente de la causa que lo origina.
Dolor crónico
El dolor crónico puede permanecer aunque desaparezcan las causas que lo provocaron. Se considera que el dolor ya es crónico cuando supera los tres meses de duración. El dolor crónico deja de ser un síntoma para transformarse en una enfermedad por si mismo que puede afectar seriamente la calidad de vida del paciente. Su tratamiento es más complejo y debe ser objeto de un estudio integral del paciente que permita una terapia personalizada.
El dolor crónico se considera PERSISTENTE si se mantiene durante más de doce horas cada día y a lo largo de semanas o meses. De acuerdo con esto, el tratamiento debe ser administrado de forma regular para mantener un nivel analgésico constante; suelen ser útiles los medicamentos en forma retardada o los parches de liberación gradual.
El dolor crónico se denomina INTERMITENTE cuando aparece y se repite como por oleadas más o menos periódicas con intensidad leve o moderada; puede ser tratado con analgésicos tipo paracetamol o con opioides de acción corta. El DOLOR IRRUPTIVO, es un tipo de dolor de gran intensidad que aparece normalmente sin avisar y puede repetirse varias veces al día; el tratamiento suele ser el de un analgésico potente de acción corta que el paciente puede administrarse a demanda para controlar estos picos de dolor.
Dolor Musculoesquelético
Es el que afecta a la estructura ósea, ligamentos y músculos. Es, sin duda, el tipo de dolor más extendido y afecta a una parte importante de la población.
Dentro de la extensa categoría de dolor musculoesquelético existen tipos de dolor muy diferentes que conviene explicar por separado. Nos referimos: dolor traumático, artritis, artrosis, dolor por osteoporosis, etc.
Artrosis y artritis
Artrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago de las articulaciones. Afecta a personas de edad media y personas mayores; se manifiesta en la región lumbar, caderas, rodillas y en las articulaciones de las manos. La artrosis provoca dolores en las articulaciones y afecta a la movilidad de los pacientes. Normalmente el dolor no tiene un componente inflamatorio.
Artritis, es una inflamación crónica de las articulaciones ocasionando dolor, hinchazón y afecta a la movilidad del paciente. Puede presentarse en cualquier edad, incluyendo personas jóvenes.
Puede estar provocada por una infección previa, por fracturas, por deterioro de las articulaciones a veces causado por la sobrecarga del sobrepeso y, también por una enfermedad autoinmune.
Osteoporosis
Esta enfermedad se desarrolla cuando no se genera suficiente tejido óseo, normalmente por problemas en el metabolismo del calcio. Afecta fundamentalmente a las mujeres mayores de 50 años y tiene su primera causa en el cambio hormonal.
La escasez de tejido óseo nuevo puede ocasionar fracturas de cadera o de vértebras. No presenta síntomas en las primeras fases, por lo que se aconsejan controles para determinar la densidad ósea y tratamientos preventivos como el complemento de calcio o medicamentos que pueden frenar el deterioro del hueso.
Hay diferentes causas que pueden provocar la osteoporosis:
- Mujeres con menopausias tempranas, normalmente antes de los 45 años.
- Hombres con bajos niveles de testosterona.
- Personas que han tenido fracturas provocadas por pequeños porrazos o accidentes.
- Personas en largo tratamiento con corticoides.
- Personas con algún problema de absorción intestinal.
Dolor lumbar
El dolor lumbar agudo dura desde unos días a algunas semanas. La mayoría de los dolores de espalda agudos tienen como origen un trauma lumbar o una patología como la artritis. El dolor por trauma puede estar causado por una lesión deportiva, trabajo en la casa o en el jardín, o una sacudida súbita como un accidente de auto o un golpe que afecta a los huesos o a los tejidos vertebrales.
Los síntomas pueden variar desde un dolor muscular a un dolor punzante. Ocasionalmente, el dolor que se siente en una parte del cuerpo puede “irradiarse” a otra parte del cuerpo. Algunos síndromes de dolor agudo pueden agravarse si no se tratan. El dolor de espalda crónico se mide por la duración; el dolor que persiste durante más de 3 meses se considera crónico. A menudo progresa y puede ser difícil determinar la causa, transformándose en una enfermedad por sí mismo.
Dolor Neuropático
El dolor neuropático es considerado como un dolor crónico cuya causa es una lesión o una enfermedad que afecta a algunas de las terminaciones nerviosas. Puede afectar a diferentes partes del cuerpo, puede variar en intensidad y en duración, puede responder a determinados estímulos o aparecer de forma espontánea, puede ser un dolor constante o aparecer de forma intermitente.
El origen del dolor neuropático puede estar en una neuralgia (dolor) posterior a un herpes, diabetes, sida, neuralgia del trigémino (es un trastorno neuropático del nervio trigémino que provoca episodios de intenso dolor en los ojos, labios, nariz, cuero cabelludo, frente y mandíbula), dolor por cáncer, dolor provocado por intervenciones quirúrgicas.
Es bastante usual que el dolor sea de carácter mixto, con un componente neuropático y con un componente muscular o de los huesos, también llamado nociceptivo. (Que capta las excitaciones dolorosas. Excitación nerviosa nociceptiva. Excitación cuyo punto de origen es el foco de un trauma, transmitida por el sistema vagosimpático al cerebro en donde provoca hipertermia y edema. La excitación nerviosa nociceptiva sena la causa de los choques traumáticos y postoperatorios).
El dolor neuropático de carácter crónico es uno de los mas difíciles de tratar y, normalmente se abordan con una combinación de fármacos; este tipo de dolor no controlado afecta seriamente la calidad de vida de las personas y de su entorno. El dolor neuropático se manifiesta con algunos síntomas muy característicos: hormigueo, ardor, calambres, quemazón, dolor punzante, etc.
Hay algunos términos que conviene conocer a la hora de hablar con el médico:
- Alodinia: Dolor debido a un estímulo que no provoca normalmente dolor; se puede sentir dolor solo con el roce de la ropa.
- Hiperalgesia: Respuesta aumentada a un estímulo doloroso; un pequeño golpe produce un dolor desproporcionado.
- Disestesia: Una sensación anormal desagradable, espontánea; sentirse mal, con malestar general.
- Parestesia: Sensación anormal, de tipo “calambre” u “hormigueo”
- Hiperpatia: Un síndrome doloroso, caracterizado por la reacción aumentada a los estímulos, especialmente un estímulo repetitivo.
- Hipoalgesia: El dolor disminuido con respecto al estímulo normalmente doloroso; podemos decir que es lo contrario de hiperalgesia.
- Neuralgia: Dolor en la distribución de un nervio o nervios; es un término general para nombrar cualquier dolor de origen en los nervios.
- Neuritis: La inflamación de un nervio o nervios.
Dolor visceral
El dolor visceral se origina por la estimulación de los nervios situados en las estructuras viscerales, tales como el estómago, el intestino, corazón, hígado, riñones, etc.
Este tipo de dolor es habitualmente difuso, no está bien localizado y se presenta con características de cólico. Puede ser constante o intermitente y se puede experimentar en lugares diferentes y alejados a donde está situada la lesión.
Hay una gran variedad de tipos de dolor que pueden incluirse en la agrupación de dolor visceral; el cólico nefrítico o hepático, el dolor provocado por el infarto de miocardio o la angina de pecho, el dolor intestinal también conocido popularmente como retortijones, pancreatitis, etc.
La intensidad del dolor visceral está en relación con la lesión que lo provoca, pudiéndose ser muy intenso y suele necesitar analgésicos potentes de acción rápida y espasmolíticos. Puede haber una gran variedad de patologías que lo originan y algunas de ellas pueden ser de carácter grave que requieren atención médica urgente.
Dolor pélvico
El dolor pélvico, sobre todo el de carácter crónico, se manifiesta en el área que está por debajo del ombligo y por encima de las caderas, y dura por lo menos 6 meses.
El dolor puede ser constante o puede aparecer y desaparecer. Puede sentirse como un dolor sordo o puede ser un dolor intenso. El dolor puede ser leve, o puede ser lo suficientemente intenso (o severo) como para interferir con las actividades normales de la vida cotidiana.
Las causas posibles del dolor pélvico crónico incluyen:
Condiciones ginecológicas
- Endometriosis: La endometriosis es un problema del tejido que reviste el útero. El tejido de revestimiento del útero se mueve a través de las trompas de Falopio y llega hasta sus ovarios, la pelvis, la vejiga o a otras áreas. Cuando usted tiene el período, este tejido se hincha y sangra del mismo modo que el revestimiento del útero. Esto por lo regular es doloroso y se puede formar tejido cicatrizal en el área pélvica.
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP): La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección en los órganos reproductores de la mujer; es decir en el útero, trompas de Falopio y ovarios. Normalmente, el cuello del útero (la apertura hacia el útero) previene que las bacterias de la vagina asciendan y se propaguen dentro de estos órganos. Sin embargo, si el cuello del útero (cérvix) está expuesto a una infección de transmisión sexual, ITS tal como la gonorrea o la infección por chlamydia, el cuello del útero se infecta. Esto puede permitir que las bacterias asciendan hasta alcanzar los órganos internos, haciendo que éstos se inflamen y se infecten. Si esto ocurre, puede haber lesión de las trompas de Falopio, haciendo que sea más difícil para que las mujeres queden embarazadas.
- Fibromas: Los fibromas son crecimientos benignos (mansos, dóciles) no son cáncer en la pared muscular del útero. Estos crecimientos pueden ser muy diminutos o tan grandes como un melón pequeño.
- Vestigio ovárico: Durante una histerectomía total, el útero y los ovarios son removidos. Algunas veces, queda un pequeño pedazo de ovario sin remover y esto puede dar origen a quistes dolorosos.
Otras condiciones médicas
- Síndrome de intestino (colon) irritable: El síndrome de intestino (colon) irritable (SII), es un problema común relacionado con los intestinos. En las personas con síndrome de intestino irritable los intestinos aprietan con demasiada fuerza o sin demasiada fuerza para hacer que la comida se mueva demasiado rápido o demasiado lento a través de los intestinos.
- Cistitis intersticial: La cistitis intersticial es un problema crónico de la vejiga. Las personas con cistitis intersticial tienen una pared de la vejiga que está inflamada e irritada, es decir enrojecida y ulcerada. Esta inflamación puede dejar la vejiga con cicatrices o ponerla rígida. Una vejiga rígida no puede expandirse a medida que se llena de orina. En algunos casos, las paredes de la vejiga pueden sangrar levemente. A unas pocas personas les salen úlceras en el tejido de revestimiento de la vejiga.
Neuralgia postherpética (NPH)
Neuralgia postherpética. El origen es el de una infección por virus llamada herpes zóster, que se desarrolla aprovechando una debilidad de nuestro organismo, bajada de defensas, problema emocional, estrés, etc. Normalmente se manifiesta con lesiones en la piel y dolor que puede llegar a ser muy intenso, provocado por las lesiones en las terminaciones nerviosas.
Cuando el dolor continúa después de haber desaparecido las lesiones cutáneas estamos ante una neuralgia postherpética; aparece un dolor persistente y muy intenso difícil de entender ya que el herpes ya se ha curado. Este tipo de dolor aparece como una sensación quemante, punzante, a veces con sensación de entumecimiento, en el lugar en el que estaban las lesiones de la piel, más de un mes después de que éstas desaparecieron.
Quiénes pueden padecer Neuralgia postherpética (NPH). Una de cada 5 personas que hayan padecido herpes zoster puede sufrir Neuralgia postherpética (NPH). Los pacientes con más riesgo son aquellos con su sistema inmune debilitado y los mayores de 70 años.
Los síntomas de la Neuralgia postherpética (NPH). La descripción del dolor y su intensidad difieren según el relato de los pacientes. Para algunos el dolor es leve o moderado, pero para otros es intolerable y no les permite realizar sus actividades cotidianas. Los pacientes describen el dolor como: punzante, penetrante, palpitante, eléctrico, quemante o ardiente. Algunos sufren picazón. La piel se vuelve extremadamente sensible a los estímulos y no toleran ni siquiera el roce de la ropa o las sábanas. El dolor puede empeorar con los cambios de temperatura.
Cómo se puede aliviar la Neuralgia postherpética (NPH). Aunque puede ser extremadamente dolorosa, la Neuralgia postherpética (NPH), no amenaza la vida, y existen varios medicamentos que han demostrado proporcionar alivio al dolor. Estos se pueden clasificar en 4 grupos:
- Antidepresivos tricíclicos: Son a menudo el primer tipo de medicamento indicado. Los efectos secundarios más comunes son sequedad de boca y ojos, estreñimiento y embotamiento. Las personas que padecen de arritmia cardíaca, o que tienen glaucoma agudo de ángulo cerrado, tienen prohibido el uso de esta medicación.
- Anticonvulsivantes: Algunos medicamentos que reducen las convulsiones también sirven para tratar la Neuralgia postherpética (NPH). Los efectos adversos son somnolencia o confusión, mareo, y a veces edema de tobillos.
- Opiáceos: Los opiáceos son medicamentos potentes que se usan para todo tipo de dolores. Tienen efectos secundarios como somnolencia, lentitud mental y estreñimiento. Los pacientes en tratamiento por Neuralgia postherpética (NPH), no se vuelven adictos por tomar opiáceos, aunque alguien con antecedentes de abuso de drogas podría tener problemas de adicción, por lo que necesita un estricto seguimiento médico.
- Anestésicos tópicos locales: Los anestésicos aplicados directamente sobre la piel dolorida también son eficaces. La medicación aplicada en forma tópica permanece sobre la piel con escasa o nula absorción, sin causar problemas tales como somnolencia o estreñimiento.
Curan la Neuralgia postherpética (NPH), estos tratamientos
No. Hasta hoy, no existen medicaciones que reparen el nervio dañado, pero sí ayudan al alivio del dolor. Esta mejoría varía según los pacientes, y mientras que algunos obtienen buenos resultados con una sola medicación, otros necesitan más de una. Siempre es importante la consulta con el especialista. Debe entenderse que no son medicamentos de venta libre, necesitan prescripción médica, indicaciones precisas y seguimiento adecuado.
Existen terapias alternativas que puedan aliviar el dolor. Hay algunas terapias alternativas (acupuntura, ozonoterapia) que se ofrecen para el alivio del dolor. Aunque existen relatos de pacientes que han tenido éxito con estos tratamientos, no hay estudios científicos serios que hayan demostrado beneficios reales. Las técnicas de relajación que utilizan la respiración o las visualizaciones pueden ayudar a lograr un alivio. Es importante aclarar que ninguna de estas terapias ni técnicas reemplaza la consulta y las indicaciones médicas.
Tendinitis y bursitis
La tendinitis es la inflamación o irritación de un tendón, el lugar en el que el músculo se inserta en el hueso. Las zonas más afectadas son los hombros, los codos, el talón de Aquiles y las rodillas.
Se manifiesta con dolor en la zona afectada y con dificultades en el movimiento cuando afecta a articulaciones. Normalmente está causado por cargar pesos excesivos y de forma repetitiva. En la mayoría de los casos es un proceso leve que desaparece a los pocos días con un poco de reposo, o con un antiinflamatorio; en casos más severos se prescriben ultrasonidos, masajes o fisioterapia. Es una lesión típica de determinados deportes, atletismo, baloncesto, tenis, etc.
La Bursitis es la inflamación de la bolsa llena de líquido que hay entre los tendones y la piel y entre los tendones y los huesos; esta bolsa amortigua las tensiones y los roces entre los huesos de las articulaciones. Esta inflamación puede provocarse por un golpe o traumatismo, por una artritis e incluso por algún tipo de infección. Puede afectar a la rodilla, al codo, a la cadera o al hombro; cursa con dolor y puede ser aguda o llegar a ser crónica.
La primera recomendación que suele dar el médico es el reposo junto con un antiinflamatorio y fisioterapia si no mejora el proceso. Existe una variante conocida como codo de tenista provocado por movimientos repetitivos de la muñeca o el brazo; el dolor puede ser bastante intenso y está originado por una pequeña rotura de las fibras del tendón del codo. El tratamiento básico suele ser el de inmovilizar el brazo y tomar un antiinflamatorio, pero si el dolor persiste o es muy intenso es recomendable acudir a su médico.
Relájese en 30 segundos
Queremos ayudarle con una técnica de relajación sencilla y práctica, que pueda utilizar cuando quiera ayudar a su mente a relajarse de los problemas cotidianos y olvidarse de molestias físicas o dolorosas.
Sitúese en un lugar en donde nadie pueda molestarle. Puede bajarse el archivo de sonido por si se quiere llevarlo en su reproductor de MP3.
Relax. Música y audios
Enlaces
Fuentes
Contraeldolor, La zona Extraña: Fibromialgias, NCBI. Centro Nacional Información sobre Biotecnología, IFR. Instituto Ferrán de Reumatología, Medlineplus, Zonadiet, Teknon, Cun. Clínica Universidad de Navarra, LIRE. Asociación contra el Reumatismo, Ninds. Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos, Revista Sociedad Española del Dolor (SED), Scielo, Aibarra.org, Herpes Zoster Latinoamérica, Niams, Wikipedia, Formarse, Apple.com/itunes, Solitudes, 4shared, Ratsemon, Alexis9256, Seagullgifts, Inuyashauca, Psicologaonline.