¿Cuándo se convirtió el medio ambiente en un problema?
Rachel Louise Carson (1907-1964). Bióloga marina y ecóloga cuyos escritos fueron predecesores para el movimiento ecologista. Fue la primera persona que denunció los peligros de los agroquímicos (plaguicidas, pesticidas) en su libro: “Primavera Silenciosa” (Silent Spring) 1962, libro que logró la prohibiera el (DDT) Diclorodifeniltricloroetano.
Su legado, invaluable para la restricción del uso del (DDT) en Estados Unidos y el resto del mundo. En su libro se denunciaba por primera vez el impacto de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud de los seres humanos, en un momento en que todo el mundo celebraba estos venenos como símbolos del triunfo de la ciencia. Su libro generó la prohibición definitiva del (DDT) Diclorodifeniltricloroetano, (1972), un insecticida organoclorado altamente tóxico producido justamente por Monsanto, que continúa envenenándonos ya que se encuentra regularmente en los organismos de los recién nacidos, contaminados por sus madres. Interesante resaltar que la compañía Monsanto no quedó indiferente al best seller de Rachel Carson. Desde 1962, la multinacional de Saint Louis desarrolla una campaña contra la autora de Primavera Silenciosa. Primavera silenciosa marca el nacimiento del movimiento por la defensa del ambiente y llevó a la creación de la agencia norteamericana por la protección del ambiente (EPA) Environmental Protection Agency. Rachel Carson recibió varias distinciones en vida. A su muerte fue galardonada con la Medalla presidencial de la libertad, por Jimmy Carter, el más alto honor en Estados Unidos, además del uso frecuente de su nombre para premios de instituciones filantrópicas y educacionales.
Rachel Carson escogió el título para su libro porque quiso remarcar que, de seguir así, podríamos vivir una primavera sin pájaros, silenciosa.
Sin embargo, una de las críticas que recibió el libro fue: "Silencio, señora Carson". Y silencio es el arma que usaron y todavía usan los fabricantes de insecticidas al atenerse a las leyes sobre secretos comerciales para que el público no pueda acceder a la composición de sus productos. Silencio es también la opción que escogen los gobiernos al autorizar las engañosas campañas publicitarias de las grandes industrias químicas y permitir que el volumen de plaguicidas a nivel mundial continúe aumentando. Silencio es el instrumento para enviar aún partidas de (DDT) a zonas remotas de países en vías de desarrollo.
Pues bien del silencio pasamos a las palabras, palabras expresadas altas y claras para que nadie pueda silenciarlas y de las palabras se pasan a los HECHOS.
La industria química estadounidense intentó detener la publicación del libro presionando a la editorial y la verdad es que no es sorprende puesto que tiene algunos párrafos demoledores. Los que intentaron impedir su publicación cuestionaron los datos que allí se revelaban y pusieron en duda hasta las credenciales científicas de la autora. Por suerte, no se pudo detener la publicación y el libro alcanzó tal popularidad que obligó a que los EEUU a formar un Comité Asesor del Presidente para el empleo de pesticidas. Fue la detonación de salida de lo que hoy conocemos como Movimiento Ecologista. Rachel Carson fundó las bases del ecologismo moderno.
Rachel Carson murió por un cáncer de mama, antes de ver realizadas las consecuencias del cambio que contribuyó a desencadenar en la legislación y en la conciencia pública. En este último sentido su obra marca el momento en que socialmente se comprende que la naturaleza es un todo complejo, cuyas partes están intrincadamente relacionadas, y que las consecuencias indirectas de cualquier acción, también para la salud humana, son difíciles de predecir y deben ser vigiladas.
"La cuestión es si alguna civilización puede desencadenar una guerra implacable sin destruirse a sí misma y sin perder el derecho a llamarse civilización." La osadía de creernos capaces de manipular impunemente la vida y la naturaleza nos ha llevado a activar una guerra silenciosa cuyas consecuencias no somos capaces de imaginar, mucho menos de prever.
A mediados de 1950 los esquimales no sabían qué era padecer cáncer. En años los sesenta se encontraron trazas de plaguicidas en su organismo y empezaron a aparecer los primeros casos de esta enfermedad. En las últimas décadas, los problemas de fertilidad en parejas jóvenes han aumentado progresivamente, y se ha producido una caída en picado del nivel de espermatozoides, al mismo tiempo, la tasa de cáncer de mama asciende de forma preocupante. Algo está pasando en los mecanismos de reproducción sexual y gran parte del problema está relacionada con sustancias tóxicas provenientes de plaguicidas que permanecen en nuestros cuerpos. Es lo que se conoce como "disruptores hormonales o Endocrinos", es decir, la combinación de sustancias químicas que en nuestro organismo pueden actuar como hormonas artificiales, alterando la reproducción. Así lo destapó en 1962 la bióloga norteamericana Rachel Carson en su libro “Primavera silenciosa”. Lo más alarmante no era únicamente su toxicidad, sino también su capacidad para persistir en los organismos por medio de la acumulación en los tejidos grasos.
Su autora, Rachel Carson, hace una de las denuncias más poderosas de los efectos nocivos sobre la Naturaleza que tiene la utilización masiva de diferentes productos químicos como los pesticidas, el (DDT) Diclorodifeniltricloroetano, Decía que dichos insecticidas no sólo mataban los insectos malos, sino que tenían una repercusión fortísima en todas las cadenas implicadas. Es más, llamaba “Biocidas” a los “insecticidas”.
Además, no entendía por qué era necesario utilizar estos productos con el riesgo que conllevaban. Mientras que el fin era mantener la producción agrícola, en realidad, uno de los problemas de la época era, precisamente, la superproducción. En 1962 se tuvo que pagar más de mil millones de dólares por costes del almacenaje del sobrante de alimentos.
El libro es realmente alarmante y deja un sabor de boca amargo, encendiendo la señal de alarma a cualquier amante de la Naturaleza:
Por primera vez en la historia del mundo todo ser humano está ahora sujeto al contacto con peligrosos productos químicos, desde su nacimiento hasta su muerte. (…) Se han hallado residuos de esos productos en la mayoría de los sistemas fluviales importantes e incluso en corrientes subterráneas que fluyen desconocidas a lo largo de la tierra (…) en el cuerpo de pescados, pájaros, reptiles y animales salvajes y domésticos, hasta el punto de que los hombres de ciencia que efectúan experimentos animales han encontrado casi imposible localizar a seres vivos libres de tal contaminación. Han sido hallados en peces de lagos situados en montañas remotas, en lombrices de tierra recogidas en sembrados, en huevos de pájaro… y en el propio hombre. Porque tales productos químicos están ahora almacenados en el cuerpo de la mayoría de los humanos, sin discriminación de edades. Se encuentran en la leche de las madres y probablemente en los tejidos de los niños por nacer.
Habla también de un producto llamado escradán que se llegó a detectar en el néctar y eso que se había pulverizado antes que brotaran las flores. Explica que el arsénico se infiltraba en el mantillo y tanto es así que en el tabaco producido en Norteamérica se incrementó el arsénico en un 300% entre los años 1932 y 1952. Posteriormente se había detectado hasta un crecimiento del 600%.
Los vendedores de estos productos afirmaban que era más barato pulverizar que segar las malas hierbas. Aparecían libros con costes contra beneficios, pero claro, en los costes se olvidaban de algunos detalles como advertir a los granjeros de que manejaban sustancias peligrosas. Eran utilizados regularmente en huertos y acababa con la ropa y piel empapadas. Un día cayó desmayado y en el hospital detectaron altas concentraciones de (DDT) en su cuerpo. Un grupo de científicos analizó comidas en diferentes restaurantes y establecimientos. Todas las comidas presentaban DDT. Esquimales que pasaban por los hospitales también se llevaban sus dosis de (DDT) en las comidas de los mismos. Hasta los médicos que tenían que tratar con los trabajadores de las fábricas de los insecticidas debían ponerse guantes. Explica casos de algunos enfermos por simplemente haber manipulado bolsas de los mismos.
Pero lo peor de todo eran las rociadas indiscriminadas. A ello hay que añadir que se pagaba a los aviones por cantidad de plaguicida rociado, con lo que rociaban más dosis de la prevista. En cierta ocasión, en una de ellas con (DDT), una granjera pidió que no lo hicieran sobre su granja. Pero no fue así. 48 horas después se detectó DDT en la leche de sus vacas y dicha leche llegó al mercado.
En poblaciones turísticas, los bordes de los caminos se deformaban. Donde en otro tiempo abundaba el tomillo y las flores silvestres se había convertido en un revoltijo grisáceo y de aspecto moribundo. Esto repercutía en la pérdida de interés turístico y no estaba cuantificado en los costes que hacíamos referencia anteriormente.
La desaparición de los pájaros tiene que ver mucho con el título “Primavera silenciosa”. Una mujer de Alabama escribió:
Nuestra región ha sido un verdadero santuario para los pájaros durante medio siglo. El pasado julio todos nosotros observamos: “Hay más pájaros que nunca”. Después, de pronto, en la segunda semana de agosto, desparecieron todos. Yo estaba acostumbrada a levantarme temprano para cuidar a mi yegua favorita que había tenido siendo un potrillo. No se oía el más leve sonido de cantos de pájaros. Yo estaba sobrecogida, aterrada. ¿Qué es lo que está haciendo el hombre de nuestro perfecto y bello mundo? Por fin, cinco meses después, aparecieron un arrendajo y un reyezuelo.
En una población en la que se pulverizaron las tierras con DDT para acabar con una invasión de escarabajos se inició un proceso de fatales consecuencias. Los escarabajos medio muertos atrajeron a los pájaros insectívoros, la lluvia arrastró los componentes químicos que afectaron a las lombrices y contaminaron los charcos donde bebían diferentes aves. Ardillas, ratas almizcleras, conejos o zorras tigrillo fueron los siguientes en morir. Los pájaros que sobrevivieron quedaron estériles, ya que el (DDT) impide que la cáscara de los huevos se endurezca, con lo que se rompían antes de su ciclo natural. Los gatos desaparecieron. A medida que el DDT iba escalando niveles tróficos, aumentaba su concentración en tejidos animales.
Éste no es un relato de ciencia ficción, ni el guión de una película catastrofista. Sucedió en Sheldon, Estados Unidos, durante la cruzada que se llevó a cabo para exterminar al escarabajo japonés desde 1954 hasta 1961. Por si fuera poco los insectos que pretendía eliminarse en las rociadas se recuperaban rápidamente, mientras que el resto de los animales no. Teníamos por tanto otra vez insectos habiendo desaparecido sus enemigos naturales. ¿Solución? Rociar de nuevo.
Inglaterra tampoco se libraba. Cuando las rociadas masivas de DDT se hicieron allí hubo diluvios de informes alarmantes. Se quisiese o no, las semillas también habían sido pulverizadas y los pájaros se comían las semillas. La cosa se puso tan mal que la Cámara de los Comunes tuvo que efectuar una investigación interrogando a los granjeros. Las declaraciones eran sobrecogedoras:
Los palomos caen repentinamente del cielo, muertos (…) pueden ustedes recorrer cien o doscientas millas fuera de Londres sin ver un solo cernícalo (…) ha sido el mayor exterminio de la vida silvestre y de la caza que haya ocurrido en la región.
A todos los pájaros que habían muerto se les encontró restos de estos productos salvo a uno que era precisamente una agachadiza que no come semillas. Y con pájaros muertos así por esta causa, los plaguicidas pasaron a los zorros. En cinco meses murieron no menos de 1.300 por causa directa de dichos plaguicidas.
Los peces no se libraban ya que las rociadas también afectaban a las aguas. Ríos que en otra época habían estado llenos de salmones y truchas cambiaron radicalmente. Aparte de retirar toneladas de peces muertos, de los huevos de salmón de la siguiente generación, sólo pudo sobrevivir uno de cada seis.
Hace alguna reflexión como: ¿Quién ha decidido o quién tiene derecho a decidir en nombre de legiones sin recuento de personas que no han sido consultadas, que el supremo valor corresponde a un mundo sin insectos, aunque tenga que ser un mundo estéril, privado de la gracia de unas alas en vuelo? Para Rachel Carson, es la decisión de un autoritarismo revestido de poder y una decisión tomada en un momento de distracción de millones de individuos que aman la Naturaleza por encima de todo.
Un libro aconsejable para quienes quieran conocer detalles sobre los daños del uso masivo del (DDT) y otras sustancias de la época, de cómo se utilizaron y algunos en los tiempos modernos siguen siendo utilizados. Los gobiernos autorizan las engañosas campañas publicitarias de las grandes industrias químicas y permiten que los plaguicidas a nivel mundial continúen aumentando.
Resumen del libro en español. Plaguicidas y Salud Pública
Fuentes. Rachelcarson, Slideshare, Books.google, Lenntech, Es.thefreedictionary, Terra, Wikipedia, Blocs.mesvilaweb.cat, Historiasdelaciencia, Revistafuturos.info, Ed-critica.claudator, Proyectoinma,