- Chorros de burbujas. Apuntan a distintas partes del cuerpo con el objeto de relajar los músculos. Este tratamiento resulta muy indicado para la curación de los problemas de circulación.
- Chorros a presión sobre la espalda también alivia los dolores en esta parte del cuerpo, a la vez que activa la circulación y los órganos internos.
- Baños o duchas de agua caliente son relajantes. Constituyen un excelente relajante muscular, además de desintoxicante.
- Si se frota el cuerpo con sal marina húmeda antes de tomar la ducha, las impurezas retenidas en la piel desaparecen con más facilidad y se mejora la textura de la piel. Se debe evitar las partes delicadas de la piel, como los pechos.
- Baños o duchas de agua fría son estimulantes y energetizantes.
- Reducen el flujo sanguíneo, las inflamaciones, hematomas, y minimizan las lesiones de los tejidos, que comparte su naturaleza o está relacionado con ellos.
- Ayudan al encogimiento de los vasos sanguíneos demasiados dilatados, como las varices, existen evidencias de que si se toman durante seis meses o más pueden reducir la frecuencia e intensidad de los resfriados.
- Baños o duchas alternas, es decir alternar el agua caliente y fría, se debe empezar con agua caliente y terminar con agua fría. De este modo, se combinan los efectos beneficiosos del agua caliente como fría, lo que favorece la relajación de los músculos a la vez que la tonificación de la circulación (sangre y linfa).
- Baño en sal de Epsom (sulfato de magnesio). Ayuda a aliviar los dolores de tipo reumático.
- Baños de asiento, resultan muy indicados cuando se padecen inflaciones de la región pélvica, hemorroides, cistitis e incontinencia.
- Baño turco, el objetivo de este tipo de baño es el de limpiar el organismo de toda impureza.
Hay muchos tratamientos que se realizan en balnearios o piscinas rehabilitadoras. Aunque también se pueden realizar tratamientos de agua en casa.
- Analgesia: Se da por elevación del umbral de sensibilidad de los receptores del dolor y disminución de la velocidad de conducción nerviosa, disminución de la contractura muscular y la liberación de encefalinas y endorfinas.
- Aumento de la temperatura y la vasodilatación capilar: Si se hace una inmersión la temperatura de la piel se eleva entre 0.5 y 3 grados C, produciendo un aumento de todas las funciones orgánicas por sobrecalentamiento.
- Efecto sedante: Gracias a la acción del calor sobre las terminaciones nerviosas. Aplicaciones muy calientes y cortas puedan provocar insomnio y aplicaciones calientes prolongadas pueden provocar cansancio o fatiga.
- Efecto antiespasmódico: Las aplicaciones cortas calientes aumentan el tono y mejoran el rendimiento muscular. Las aplicaciones de larga duración entre 36 y 38 grados disminuyen el tono, combaten la contractura y la fatiga muscular.
- Efectos sobre el tejido conjuntivo: Aumento de la elasticidad y disminución de la viscosidad.
- Descenso de la temperatura local de la piel y tejidos profundos.
- Estimulación de los termoreceptores.
- Vasoconstricción (estrechamiento) cutáneo.
- Disminución de la pérdida de calor.
- Prevención de edema por descenso de la permeabilidad.
- Retrasa el proceso de cicatrización en aplicaciones prolongadas.
- Reduce la excitabilidad de las terminaciones nerviosas libres.
- Aumenta el umbral del dolor (aumenta entonces la tolerancia al dolor)
- Aumenta umbral de estimulación de los huesos musculares.
- Se debe evitar la aplicación de calor húmedo y seco si padece hipertensión o problemas cardíacos.
- Tampoco se debe realizar con vapor o baños de asiento durante los tres primeros meses de embarazo.
- Evitar en procesos infecciosos.
- Insuficiencia circulatoria.