28 de febrero de 1927, el científico ruso Ilya Ivanovich Ivanov se encontraba en la estación experimental de Kindia, en la Guinea francesa (hoy República de Guinea) con una misión que le encomendó el propio Stalin, crear el primer híbrido entre humano y chimpancé.
Una historia similar a la de Stalin, informada por Dr. Gordon Gallup, psicólogo de la Universidad de Albany, declaró que un híbrido humano-chimpancé había sido engendrado con éxito y nacido en Yerkes Centro Nacional de Investigación de Primates en el Parque Orange, Florida (Estados Unidos), pero fue destruido poco después por los científicos. Aún no existe constancia de que el híbrido sea posible.
La encuesta revelada por el organismo ha sido publicada justo antes de que las autoridades competentes se pronuncien sobre el asunto.
Si finalmente hoy el método fuera aprobado, se pondría fin a un año de intensos enfrentamientos entre la comunidad científica y las asociaciones contrarias a que las células madre embrionarias sean utilizadas para tales fines.
Los científicos afirman que los óvulos de animales les permitirían seguir avanzado en sus investigaciones, ya que los óvulos humanos de los que disponen son muy escasos. Según la legislación vigente, los embriones deben ser destruidos tras 14 días, cuando no son más grandes que la cabeza de un alfiler, al no poder ser implantados en la matriz. El punto de vista de las diferentes asociaciones y grupos religiosos es bien distinta.
Este sector considera que si las autoridades permiten el híbrido se difuminarían las diferencias entre humanos y animales y se potenciaría la creación de unos embriones para ser destruidos. Dos grupos de investigadores de King’s Collegue y la Universidad de Newcastle ya han mostrado su interés por el sistema y han solicitado al organismo que regula la Investigación con Embriones y la Fertilización Humana la autorización para aplicar el método.
Los diputados británicos aprobaron la utilización de embriones híbridos, creados mediante la introducción de ADN humano en óvulos de animales. Estas operaciones deberían promover el desarrollo de la medicina, según la propuesta.
La medida se tomó en segunda lectura, cuando la Cámara de los Comunes rechazó por 336 votos a 176 una enmienda que pretendía prohibir la creación de embriones híbridos.
La propuesta, según el prelado es particularmente grave desde el punto de vista ético, pues «ante todo se une a través de la clonación el núcleo humano que fecunda el óvulo animal. Esta unión busca una fecundación utilizando el elemento masculino, que es el núcleo, y el elemento femenino, que es el óvulo, uno del hombre y el otro del animal». Leer más